HERBERT, ZBIGNIEW
Zbigniew Herbert fue, además de poeta, un ensayista de una densidad y una capacidad comunicativa incomparables. La solidez y claridad de su prosa, que mantiene siempre una extraordinaria belleza, es un auténtico prodigio. Un bárbaro en el jardín nos hace viajar a la vez por las tierras de Europa y por su historia: desde el arte y la cultura que arrancan de la pintura rupestre de Lascaux hasta hoy. Visita Francia y también Italia: las aportaciones de la Magna Grecia que descubre en las ruinas clásicas de P"stum, la maravilla de las viejas fortalezas y las catedrales góticas y románicas, los jardines à l?anglaise de la Francia ilustrada, el destino trágico de albigenses, cátaros, cruzados y templarios, la superbundancia del Renacimiento italiano?entre otros el Duccio, Sassetta, Piero della Francesca o Fra Angelico?, van tejiendo un entramado con sutiles y esclarecedoras iluminaciones. El lector reencontrará en este libro al Herbert que supo maravillarnos con sus estudios y apócrifos neerlandeses de su Naturaleza muerta con brida (Acantilado, 2008).
Zbigniew Herbert fue, además de poeta, un ensayista de una densidad y una capacidad comunicativa incomparables. La solidez y claridad de su prosa, que mantiene siempre una extraordinaria belleza, es un auténtico prodigio. Un bárbaro en el jardín nos hace viajar a la vez por las tierras de Europa y por su historia: desde el arte y la cultura que arrancan de la pintura rupestre de Lascaux hasta hoy. Visita Francia y también Italia: las aportaciones de la Magna Grecia que descubre en las ruinas clásicas de Pæstum, la maravilla de las viejas fortalezas y las catedrales góticas y románicas, los jardines à l?anglaise de la Francia ilustrada, el destino trágico de albigenses, cátaros, cruzados y templarios, la superbundancia del Renacimiento italiano?entre otros el Duccio, Sassetta, Piero della Francesca o Fra Angelico?, van tejiendo un entramado con sutiles y esclarecedoras iluminaciones. El lector reencontrará en este libro al Herbert que supo maravillarnos con sus estudios y apócrifos neerlandeses de su Naturaleza muerta con brida (Acantilado, 2008).