GOGOL, NIKOLÁI
Hablar de Gógol es hablar necesariamente de narrativa. Desde su obra maestra Almas muertas hasta el resto de sus relatos, San Petersburgo y las gentes que lo pueblan alimentarán su inspiración. La hostilidad de una ciudad poblada de funcionarios de todos los niveles que buscan sobrevivir a cualquier precio presenta un paisaje humano dominado por la hipocresía y la superficialidad. Frente a todo ello, el estilo realista, satírico y mordaz de Gógol se revela como una forma de autodefensa que lucha por liberarse de la asfixiante realidad gris que lo rodea.
En Pasajes escogidos de la correspondencia con los amigos Gógol ofrece sus reflexiones sobre las cuestiones que le inquietan y desnuda su alma insatisfecha ante el lector. No se ve a sí mismo como un simple literato, sino como un guía espiritual del pueblo ruso, alguien que tiene como misión mostrar la verdad y preservar la moral. Al adoptar esta actitud, se integra en una tradición que recorre toda la literatura rusa desde el siglo XVIII hasta la actualidad, y que tiene a Lev Tolstoi como uno de sus grandes exponentes