MARTINEZ PALACIOS, JONE
Comer fuera de casa responde a pautas de modernización social que están presentes en todas las conductas alimentarias, tanto domésticas como extradomésticas. La oferta alimentaria condiciona que la comida fuera se lleve a cabo preferentemente en restaurantes y cafeterías. Esta comida guarda una gran semejanza con el hogar en su estructura y en sus relaciones, aun cuando se trate de comida de otras culturas. Esto genera una fuerte confianza en la comida extradoméstica que se manifiesta en la alta valoración que le otorgan los españoles. Sin duda los ajustes requeridos por la conciliación de la vida laboral y personal hacen de la alimentación extradoméstica un hábito instrumental que permite reajustar tiempos, esfuerzos y recursos económicos. Pero es innegable el carácter lúdico y social que tiene la comida en España y que alcanza en especial a la comida extradoméstica. Estamos ante una conducta en la que no se manifiestan grandes diferencias sociales, pues no parece que ni el nivel educativo ni la renta marquen estos hábitos, pues aunque sí determinan la elección del establecimiento y la frecuencia, no se as