GARCÍA GÓMEZ, MIGUEL ÁNGEL
En este mundo actual, tan egoísta y competitivo, este cuento nos invita a reflexionar sobre la necesidad de compartir para mejorar la situación de una comunidad, sea un pueblo, una ciudad o un país, y así hacerlos más sostenibles para todos.
No debemos pensar únicamente en nuestras necesidades y en recibir únicamente para nosotros mismos, sino pensar también en las necesidades de los demás y en recibir para compartir, creando un circuito de solidaridad. También nos enseña que todo lo bueno que no se utiliza o practica, acaba por atrofiarse, por menguar o desaparecer.
Podemos pensar globalmente, pero es necesario actuar localmente, siendo ejemplo para hacer una diferencia en cada gesto solidario, ya que cada pequeña acción y la suma de muchas pequeñas acciones puede cambiar el mundo.