WARD,COLIN
La ciudad está en disputa. El espacio público, la vivienda o el turismo son sólo algunos de los conflictos más conocidos. Sin embargo, hay un estrato prácticamente invisibilizado y que Colin Ward coloca encima de la mesa: el lugar de las niñas y los niños.
Viven limitada su libertad de desplazamiento, sufren la amenaza de los vehículos a motor y se les empuja a los espacios «amables». Se impone el parque infantil: un gueto vallado, desinfectado, sin esquinas, de plástico y con colores coherentes. Quedan atrás los terrenos baldíos y las zonas abandonadas. El playground de arena y barro, palos y cuerdas, tizas y canicas no es útil para el urbanismo capitalista. El espacio muerto sustituye al espacio vivo.
En El niño en la ciudad, Ward recupera la vida real, la autonomía y la fuerza de toda esa gente pequeña cada vez más arrinconada en la ciudad liberal.
¡Abajo los parques infantiles!