Texto seminal de la literatura en lengua rusa, parangonable a nuestro Cantar de mio Cid o a la Chançon de Roland francesa, El canto del príncipe Igor narra el destino trágico de un héroe, Igor Sviatoslávich, príncipe de Nóvgorod Séverski, quien en 1185 emprendió una exitosa campaña contra los polovianos, pueblo nómada que en sus correrías atacaba las ciudades rusas,, para en la primavera de ese mismo año, y movido por un afán de notoriedad, lanzarse hacia las estepas "en busca de gloria y de botín" en una opearció que resultó calamitosa. Epopeya, pues de una derrota, con su consiguiente lección práctica, la de auspiciar una llamada a la concordia y a la unidad entre el elenco de príncipes rusos que, como la historia no ignora, se hallaban en constantes disputas y guerras, en El canto del príncipe Igor se concitan dos de las características más significativas de la literatura rusa, aún pregnantes en los grandes escritores del XIX como Dostoievski, Tolstói y Turguénev: la presencia de un hecho histórico a través del cual se alimenta la conciencia nacional del pueblo, y el combate entre la cosmovisión y la expresión popular (paganizante y oral) y la cosmovisión y la expresión culta (cristiana y escrita).
Texto seminal de la literatura en lengua rusa, parangonable a nuestro Cantar de mio Cid o a la Chançon de Roland francesa, El canto del príncipe Ígor narra el destino trágico de un héroe, Ígor Sviatoslávich, príncipe de Nóvgorod Séverski, quien en 1185 emprendió una exitosa campaña contra los polovianos, pueblo nómada que en sus correrías atacaba las ciudades rusas,, para en la primavera de ese mismo año, y movido por un afán de notoriedad, lanzarse hacia las estepas "en busca de gloria y de botín" en una opearció que resultó calamitosa.
Epopeya, pues de una derrota, con su consiguiente lección práctica, la de auspiciar una llamada a la concordia y a la unidad entre el elenco de príncipes rusos que, como la historia no ignora, se hallaban en constantes disputas y guerras, en El canto del príncipe Ígor se concitan dos de las características más significativas de la literatura rusa, aún pregnantes en los grandes escritores del XIX como Dostoievski, Tolstói y Turguénev: la presencia de un hecho histórico a través del cual se alimenta la conciencia nacional del pueblo, y el combate entre la cosmovisión y la expresión popular (paganizante y oral) y la cosmovisión y la expresión culta (cristiana y escrita).