La novela de madurez más sugerente de los maestros de la ciencia ficción rusaUn vívido retrato del totalitarismo y la alienación del individuo en manos del poderLa ciudad se extiende en una franja limitada al este con un muro que cubre el horizonte y al oeste con un abismo insondable. Nadie sabe desde cuándo existe y sus habitantes, procedentes de distintas épocas y culturas, han resucitado en ella después de morir. Al sur se hallan los cultivos que la alimentan y al norte los yermos que, según cuentan, ocultan la anticiudad.En un escenario misterioso y sobrecogedor que evoca tanto el Mundo del Río de Farmer como a Orwell y Dante, los hermanos Strugatski reflexionan sobre la aplicación de los experimentos sociales a la par que satirizan el propio sistema impuesto, que abarca desde la burocracia anquilosada a la paranoia más intervencionista y policial. Rica y cargada de simbolismo, Ciudad maldita no pudo ver la luz hasta la llegada de la perestroika.
La novela de madurez más sugerente de los maestros de la ciencia ficción rusa
Un vívido retrato del totalitarismo y la alienación del individuo en manos del poder
La ciudad se extiende en una franja limitada al este con un muro que cubre el horizonte y al oeste con un abismo insondable. Nadie sabe desde cuándo existe y sus habitantes, procedentes de distintas épocas y culturas, han resucitado en ella después de morir. Al sur se hallan los cultivos que la alimentan y al norte los yermos que, según cuentan, ocultan la anticiudad.
En un escenario misterioso y sobrecogedor que evoca tanto el Mundo del Río de Farmer como a Orwell y Dante, los hermanos Strugatski reflexionan sobre la aplicación de los experimentos sociales a la par que satirizan el propio sistema impuesto, que abarca desde la burocracia anquilosada a la paranoia más intervencionista y policial. Rica y cargada de simbolismo, Ciudad maldita no pudo ver la luz hasta la llegada de la perestroika.