CALVO JIMÉNEZ, FRANCISCO
Florián Rey (1894-1962) fue un prolífico director de cine español. Inició su carrera profesional como actor pasando pronto a la dirección de películas mudas para después, trabajar en los estudios cinematográficos de Joinville en París donde conocería las peculiaridades del incipiente cine sonoro. Con ese bagaje, regresa a la España de la Segunda República para desarrollar una amplia filmografía, destacando, en su etapa de madures, una trilogía de películas sonoras en el momento crepuscular de la Segunda República Española. En esas películas (La hermana San Sulpicio",1934; Nobleza Baturra,1935; y Morena Clara,1936) representa en la pantalla unos valores populares y costumbristas que le profesaron el favor del público en películas no exentas de una calidad y elementos cinematográficos notables, como era la premisa del cine español de esa época que competía en las pantallas con la poderosa cinematografía norteamericana. Esas películas suponen el apogeo de la edad de oro de un cine español que amparado en unas bases industriales y artísticas sólidas permitió el desarrollo de una cinematografía nacional excelente. Parte del enorme éxito comercial procede de la irrupción en las pantallas de modelos sociales y cinematográficos muy próximos al público español mayoritariamente iletrado, hastiado de filmes extranjeros, el de las dobles versiones, que no entendía por su acento o por su versión original, además de temáticas desconocidas fruto de importaciones externas a su idiosincrasia. En contraposición a ese cine del exterior, surgen películas producidas en España exponiendo temáticas y argumentos españoles (españoladas, zarzuelas, cine clerical ) con gran profusión de música y coreografías interpretadas por estrellas que, tras su paso por el cine, se hacen más rutilantes para el espectador, configurando un star system nacional, del que la actriz Imperio Argentina (1910-2003), musa de la trilogía de Florián Rey, formaba parte. Se trataba, por tanto, de una cinematografía española que aunaba elementos de calidad con otros de éxito comercial. De la mano de nuevas inversiones de la burguesía española creaba marcas como Cifesa o Filmófono capaces de competir con otras extranjeras asentadas en España, exportando dichas películas a mercados hispanoparlantes consiguiendo una penetración y expansión del cine español hasta entonces desconocidas.