REYES GÓMEZ, FERMÍN DE LOS
La preocupación por la muerte y por la salvación del alma llevó a los fieles a realizar acciones piadosas y a obtener indulgencias mediante la adquisición de las bulas. La imprenta facilitó su elaboración y, desde Gutenberg, se hicieron millones de buletas que llegaron a todos los rincones. A cambio de una cantidad de dinero y del cumplimiento de unas condiciones (confesión, etc.), los fieles ganaban unas indulgencias (para sí y para sus difuntos), mientras que se lograba financiación para la cruzada, construcción de catedrales o iglesias, redención de cautivos… Así pues, estas bulas incunables fueron un producto que sirvió para la salvación del alma.
En España, las primeras se imprimieron en 1473, pero fue a partir de 1483 cuando, a instancias de los Reyes Católicos, empezaron a producirse para la guerra de Granada, la cruzada hispánica. Desde entonces, estas y las particulares se predicaron a lo largo del siglo XV, con numerosas ediciones. Sin embargo, su escasa entidad física, su uso personal, incluso que acompañaran al difunto en la tumba, han llevado a la desaparición de la mayoría, siendo incunables raros.
En este libro se realiza un estudio sobre las bulas y sus características, y, por primera vez, la recopilación de las bulas incunables españolas de las que hay ejemplar o noticia documental, un total de 154 registros, con un elevado número de incunables hispanos hasta ahora desconocidos, lo que supone un notable incremento. Para ello se ha realizado un minucioso análisis e identificación de estos complejos impresos, que se refleja en la introducción, donde se analizan los problemas bibliográficos de estos pequeños, pero problemáticos incunables. Además, se realiza una descripción de todas las ediciones, a las que acompañan sus imágenes, básicas para su control.