BILBAO, JON
Jon y Katharina pasan el invierno en la costa cantábrica. Se alojan en la vieja casa familiar de él, demasiado grande para dos personas. Se sienten solos y, cuando Katharina se queda embarazada sin desearlo, empieza a preguntarse si irse a vivir con él fue buena idea. Dos sucesos vienen a alterar la rutina de la pareja. Una noche, unas luces extrañas aparecen en el cielo. A la mañana siguiente, Markel, un primo lejano de Jon, se presenta por sorpresa en la casa. Le acompaña la atractiva y silenciosa Virginia, una suerte de asistente. La situación pronto se vuelve incómoda: los primos no recuerdan haberse visto nunca y Jon duda de que Markel sea quien dice ser; la presencia de Virginia se hace cada vez más amenazadora y, además, los visitantes no solo no parecen querer irse, sino que empiezan a apropiarse poco a poco de la casa. Pese a todo, Jon y Katharina se sienten fascinados por esos extraños en los que ven un remedio para su aburrimiento y quizá también para sus problemas.