WALLACE, DAVID FOSTER
Hay relatos de tamaño convencional y otros que ocupan un solo párrafo; uno está escrito como un esquema y otro como una entrada de diccionarios; hay transcripciones de entrevistas cuyas preguntas jamás leemos, pero imaginamos; hay notas a pie de página que puntúan lo que dice el texto. En definitiva, una colección de relatos anárquica y exuberante.
Relatos que, de un modo descarado y en la frontera de lo grotesco, diseccionan personajes, situaciones y pequeñas historias aparentemente ridículas. Relatos que ocupan un solo párrafo, escritos como un esquema o como una entrada de diccionario, transcripciones de entrevistas cuyas preguntas desconocemos, pero imaginamos, notas al pie de página que puntualizan (y a veces, desmienten) lo que dice el texto. Veintitrés relatos que diseccionan personajes estrambóticos y retratan distintas anomalías de la vida. Sirvan como muestra «La persona deprimida», un retrato deslumbrante sobre el estado anímico de una mujer; «Mundo adulto», que revela los agónicos pensamientos de una mujer acerca de su confusa vida sexual con su marido y «Entrevistas breves con hombres repulsivos», una serie de relatos hilarantes de hombres que hablan de sus obsesiones sexuales, sus fetiches y fantasías, y cuyo miedo a las mujeres los convierte en grotescos. En definitiva, una colección de relatos anárquica y exuberante. La crítica ha dicho...
«David Foster Wallace se arriesga mucho, demasiado a veces. Pero lo hace de forma soberbia, y cuando acierta, el resultado es una prosa deslumbrante y visionaria.»
San Francisco Chronicle «En sus mejores momentos, la prosa de David Foster Wallace tiene poderes adictivos.»
Eduardo Lago, El País «Wallace es un escritor fascinante. Es preciso, inteligente, exacto, lírico y fabulosamente ingenioso.»
Andrés Ibáñez, ABC «Una delicia supersónica, un asalto a mano armada a la forma misma del relato [...] David Foster Wallace es el tipo duro de la narrativa.»
Benjamin Weissman, LA Weekly «Algo en su misma prosa era capaz de inducir una variedad especial de claridad que podría llamar "ternura aterradora": una nueva conciencia acerca de para qué estamos en esta tierra, atrapados en estos cuerpos, con estas mentes.»
George Saunders