CARDONA HERRERO, SERGIO
Hablar de coaching, en nuestros días, es un reto. Es de esos temas de los que todo el mundo ha oído hablar, e incluso muchos han recibido alguna sesión de coaching. Pero en realidad, es una práctica para la que se requiere una formación concienzuda, y sobre todo mucha humildad. Nos encanta decirles a los demás cómo deben actuar o cómo deben vivir, y por eso esperamos que cuando contratamos un coaching, este nos de unas pautas que nos permitan afrontar aquello que nos preocupa o no sabemos resolver. Pero, la herramienta es mucho más potente, pues no va a ser el coach el que nos dirá lo que hay que hacer, sino que mediante técnicas que él propondrá seremos nosotros mismos los que escogeremos qué camino o decisiones ir tomando. Al hablar de coaching aparecen dos preguntas inevitables y un modelo inviable. ¿Quién puede hacer coaching? ¿Quién es un coach? y el jefe-coach, como coach de sus propios colaboradores. Más allá de las respuestas a los temas anteriores